Hoy de comer, puré de lentejas + tortilla de arroz + pan.
El puré lo hice triturando lo que quedó de lentejas de antes de ayer 😉
Esta mañana era una yema para 10 tortitas, y no se comió ni una entera. Ahora al mediodía hice la tortilla de arroz con una yema y arroz cocido, y le puse 1/4. Apenas la ha probado, pero entre lo poco de esta mañana y lo poco de ahora, me parece suficiente huevo para ser el primer día.
Hoy no está muy por la labor de comer, anda como con sueño, pero no se duerme. Con lo fácil que es cerrar los ojitos… 😛
Hoy de comer, boniato al horno + pepino + pan con aguacate.
Ya sí encontré una forma de darle pepino con la que me siento segura. Le he dado sólo la parte del centro, que es lo más blandito 🙂 He querido volver a probar con el pepino porque este finde nos iremos de escapada y quiero llevarle de comer cosas fresquitas porque va a hacer MUCHO calor!
Ha comido un poquito del pepino y el boniato, pero de lo que más, el pan con aguacate.
Puede que ahora en las comidas veáis que le doy menos veces carne. Es porque se las estoy dando en la cena, que he visto que las come muy bien!!
Es la segunda vez que hago pan casero, y todavía me queda por aprender, pero os comparto cómo lo hice porque me quedó muy bueno!!
Hice 4 bollitos pequeños y uno grande para cortarlo en rebanadas.
Ingredientes: – 350 g de agua – 2 sobres de levadura de panadería – 600 g de harina de fuerza.
Instrucciones:
1. En un bol, mezclar el agua con la levadura. Remover hasta que no quede ningún grumo.
2. Añadir la harina y amasar unos minutos, hasta que la masa se despegue bien, como aparece en el vídeo. No lleva más de 5 minutos.
3. Tapar con un trapo húmedo y dejar que la masa levante durante una hora.
4. Pasado ese tiempo, volver a amasar unos minutos.
5. En la bandeja del horno, poner papel de hornear, formar los bollitos del tamaño que queráis y colocarlos en la bandeja. Es más fácil moldearlos si os untáis un poco de aceite en las manos. Ponedlos bien separados para que cuando suba la masa no se unan, como me pasó a mí 😛
6. Hacerles unas marcas con el cuchillo, y volver a taparlos durante una hora para que vuelva a levantar la masa.
7. Meterlos en el horno precalentado a 210 grados durante 20 minutos.
Notas:
– Si al sacarlo véis que tiene la costra dura, haced el truco que me dió mi madre, le untáis al pan un poco de aceite de oliva con una brocha, lo tapáis con un trapo seco, y lo dejáis reposar unas horas. Yo lo dejé unas 7 horas y cuando volví estaba perfecto, pero lo mismo con menos tiempo también vale.
– Otro truco que me han dicho varias personas es meter en el horno una bandeja con agua mientras se hornea el pan, para que tenga humedad.
– Si al subir la masa se os unen dos bollitos, no os preocupéis, que luego se separan sin problemas.
– Os dejo fotos del resultado. Lo corté todo en rebanadas y lo congelé, así lo voy sacando poco a poco cuando me haga falta.
Este fin de semana he aprovechado que el peque se quedaba a ratitos con su papi para cocinar e ir guardando en el congelador. La verdad es que es comodísimo tener algo de comida preparada y lista para cuando hay prisas, que es casi siempre 😛
Un día a la semana te llevas varias horas cocinando, pero luego entre semana ahorra mucho tiempo. Primero, porque sólo tienes que sacar y descongelar, y completar el plato con algo hecho en el momento, y luego porque se ensucia mucho menos en la cocina, lo que se traduce en menos tiempo para recogerla. No hay cosa que odie más que recoger la cocina :-/
He dejado preparadas hamburguesas de pavo y calabaza, de ternera y brócoli, salsa de tomate y pan (esta vez lo hice de una forma diferente a la receta que tengo subida, y ya habéis visto que no quedó del todo bien jajaja pero la idea es congelarlo también).
Algunos tips que tengo en cuenta a la hora de preparar comida para congelar son éstos:
– Cocinar bastante cantidad. Si preparamos algo que nos lleva mucho tiempo, lo ideal es hacer suficiente cantidad para que tengamos para varias veces.
– Tamaño de los envases. Procuro usar envases con el tamaño justo para lo que quiero guardar, así ocupan menos espacio dentro del congelador, y caben más cosas. Las bolsas de congelación son muy útiles, porque ocupan sólo el espacio necesario, y para guardar por ejemplo las hamburguesas, vienen muy bien. También podemos usar cubiteras para guardar porciones de salsas, purés o caldos, o utilizarlas para formar bolsitas con papel de cocina transparente. En el vídeo de más abajo podéis ver cómo.
– Salsas por separado y en porciones pequeñas. Si preparamos salsas y las congelamos por separado, luego tenemos muchas opciones para combinar. Por ejemplo, si hacemos salsa de tomate, o “salsita marrón“, y lo guardamos en porciones pequeñas, luego sólo tenemos que descongelar y echarla sobre lo que hayamos preparado ese día, ya sea carne, pasta… Podemos hacer lo mismo con la compota de manzana, por ejemplo, para echarla sobre las tortitas del desayuno o la merienda.
– Carnes sin hacer. La carne una vez descongelada no es recomendable volverla a congelar, a menos que ya esté cocinada. Por lo tanto, si compramos la carne, la congelamos y luego la descongelamos para hacer hamburguesas, no deberíamos volver a congelarlas, a menos que estén hechas. Así que lo mejor es, una vez comprada la carne fresca, preparar las hamburguesas y congelarlas sin hacer. Luego sólo tenemos que sacarlas y pasarlas por la plancha. Además, si compráis por ejemplo pechuga de pavo o pollo, la podéis guardar cortada ya en filetes, palitos, cubos… Separados cada uno con papel transparente, así luego podéis ir sacando de a poco.
– Etiquetar. Es importante etiquetar todo lo que congelamos, poniendo en cada envase o bolsa lo que contiene (me ha pasado varias veces de tener cosas en el congelador que no sabía lo que eran :-/), y la fecha en la que se congeló, así podremos ir sacando primero lo que lleva más tiempo. Hace unos días os conté lo que uso para etiquetar los envases: cinta de carrocero y un rotulador permanente 😉
– Congelar caldo. Si hacemos un caldo de pollo con verduras, el caldo sobrante podemos guardarlo para otras recetas.
– Congelar verdura ya cortada. Ésto no lo he hecho nunca, pero es una idea para ahorrar más tiempo aún.
Y ésto es todo. Espero que os sea de ayuda!!! 🙂
Y vosotros, tenéis algún truco a la hora de preparar comida para congelar?
Un trocito de pan sin sal para que tuviera un primer contacto con el gluten. Lo compré en mercadona.
Tip -> El gluten recomiendan introducirlo a los 6-7 meses, y mientras todavía está con leche materna, ya que reduce el riesgo de padecer enfermedad celíaca.