La comida de hoy era cuscús con verduras y judías blancas (receta en el nuevo ebook), pero al peque no le hizo gracia, con lo bueno que está! Parece que le da como grima los granitos de cuscús, porque se metía un poquito en la boca y ponia cara de asco 😛
Después de un buen rato de ver que no lo quería comer, busqué un plan B rápido. Cogí una porción de caldo de puchero que tenía en el congelador y le puse fideos. Se comió todo el plato! Luego le ofrecí naranja de postre pero no quiso (no me extraña, no le debia caber nada más :-P)
Está claro que hambre tenía, pero que no le gustaba el cuscús. Cuando le ofrezco varias opciones en el mismo plato, como ayer por ejemplo, y no come de nada, entonces supongo que no tiene hambre. Pero hoy que era un plato único y que además nunca había comido (la otra vez creo que tampoco quiso probarlo), sí me quedaba la duda de si tenía hambre o no. La alternativa no ha sido un plato muy completo, pero tampoco pasa nada, ya compensamos el resto del día con las proteínas y verduras.
Volveremos a probar con el cuscús más adelante 😉