Un puchero es un cocido/guiso/sancocho en el que se cuecen en una olla varios tipos de carnes y verduras. El puchero andaluz en concreto, suele hacerse con carne de ternera, pollo o pavo, huesos salados, tocino y verduras, entre otras cosas. Como resultado tendremos por un lado el caldo de puchero, y por otro las verduras y carnes ya cocidas, que se pueden servir juntos o utilizar para otras recetas.
Éste caldo, por sus ingredientes, es bastante graso y salado. Yo hago una versión bastante más ligera eliminando grasas y sal, lo que lo hace más apto para ofrecérselo también a mi bebé (se lo empecé a dar a partir de los 12 meses).
Para prepararlo, yo utilizo un paquete que venden en Mercadona por el nombre “Arreglo de Puchero”, que incluye todas las piezas de carne y huesos que hay que añadir (pollo, ternera, tocino ibérico, hueso blanco añejo, tocino añejo, costilla y hueso de espinazo salado), pero si no, podéis comprarlo por separado en la carnicería.
Ingredientes:
– 1 preparado para puchero que incluya: 1 cuarto trasero de pollo, 1 trozo de ternera, tocino ibérico, hueso blanco añejo, tocino añejo, costilla y hueso de espinazo salado).
– 1 puerro
– 2 ó 3 zanahorias
– 3 ó 4 ramas de apio
– 1 patata
Pasos:
1. Lo primero que vamos a hacer es eliminar el exceso de sal de todo lo que viene en el preparado para puchero, quitando la ternera, el pollo y el tocino. Para ello lo que hago es ponerlos primero bajo el grifo y quitarles la capa de sal que tienen por fuera. Luego, en un recipiente grande, los dejo remojando con agua caliente mientras preparo el resto de cosas.
2. Lo siguiente es eliminar parte de la grasa. Para esto, yo lo que hago es quedarme sólo con una parte del tocino, y el resto la deshecho. Podéis omitir el tocino directamente. También limpio muy bien el cuarto trasero de pollo, eliminando con unas tijeras de cocina todos los trozos de grasa que veo, y la piel.
3. En una olla, vamos poniendo la ternera, el pollo limpio, el trozo de tocino y las verduras. Las verduras yo las añado cortadas por la mitad. Van a estar cociendo mucho tiempo, así que la patata por ejemplo podéis añadirla más adelante para que no se deshaga.
4. Tirar el agua en la que dejamos remojando los huesos salados, y añadirlos a la olla.
5. Añadir agua hasta cubrir todo y poner a hervir.
Tenemos que ir sacando la espuma que se vaya formando en la superficie con la ayuda de una espumadera o cucharón.
6. Yo lo dejo hervir al menos una hora. En ese momento, vuelvo a añadir agua hasta llenar la olla otra vez y lo dejo otra hora más.
7. Pasadas las dos horas de cocción, saco el caldo con la ayuda de un cucharón, pasándolo por un colador. Ese caldo lo reservo y vuelvo a añadir agua a la olla para obtener un caldo más ligero todavía y menos salado.
8. Pasada otra hora de cocción de ese nuevo caldo, ya apago el fuego y lo saco pasándolo también por el colador. Reservo por un lado las verduras, por otro la carne y por otro el caldo. El resto, los huesos y demás, los tiro.
9. En este punto tenéis dos opciones:
Mezclar los dos caldos para obtener uno intermedio (esto es lo que estoy haciendo últimamente)
Darle a tu bebé el segundo caldo, con menos sal y grasas, y dejar el primero para los mayores (esto lo hice la primera vez)
Notas:
– Me han dicho que en otras partes de España venden también este preparado de Mercadona, así que no creo que os sea difícil encontrarlo. Fuera de España ya no sé 🙁
– Contado así parece mucho, pero es más fácil de hacer que las lentejas! Porque no hay que estarlo vigilando mucho.
– La receta original también lleva garbanzos, que se dejan en remojo una noche antes y luego se añaden en la misma olla a cocer con todo. Yo nunca se los pongo porque siempre se me olvida dejarlos en remojo 🙂
– Se puede hacer también en la olla a presión. Yo siempre lo he hecho en olla normal.
– Para servirlo, si tu bebé aún no maneja bien la cuchara, puedes añadirle fideos u arroz al caldo, y servírselo espeso, mezclándole un poco de la carne desmechada y la verdura en trocitos.
– La verdura puedes triturarla con un poco de caldo y hacer una crema.
– Con la carne de ternera y el pollo puedes hacer croquetas, ropa vieja, sándwich de pollo…
– El caldo que me sobra lo congelo en porciones pequeñas que me sirven para solucionar rápidamente alguna cena del peque. Lo pongo a hervir, le añado zanahoria y patata cortadas en pequeñito, y fideos.
Hoy hemos repetido con fideos hechos con caldo de puchero, croquetas de pollo y ternera (los que usé para hacer el caldo), y aguacate.
Cuando hago el caldo lo guardo sin las verduras. Luego lo que hago es que cuando lo saco otra vez se las añado y lo dejo hervir hasta que están listas. Hoy le puse zanahorias baby y trocitos de patata, que se hacen muy rápido.
El otro día me preguntaron cómo se comía el peque los fideos. Empieza con las manitas, y cuando ya ha comido algo y no está tan ansioso, coge la cuchara 😉
Se ha comido casi todos los fideos, una croqueta y la mitad de lo que había de aguacate.
En un rato subo la receta del puchero, y mañana la de las croquetas!
Hoy hemos comido milanesa de pollo tipo pizza, arroz integral y un poco de ensalada.
Tenéis que probar la milanesa! Ahora subo un vídeo contando cómo las hago. Es muy fácil.
El peque sólo comió eso, no quiso ni arroz ni ensalada. La lechuga se la he puesto un par de veces pero nunca la ha probado. De postre, uvas. Nos ha dado por las uvas 😀
Hoy hemos comido puchero, y de postre, uvas. No es por nada, pero que bueno me ha salido Jajaja
He documentado el proceso para pasaros la receta. En cuanto tenga un rato la subo al blog.
El peque ha repetido fideos! Se los mezclé con un poco de zanahoria, pollo y ternera. No mucho, porque entonces empieza a apartar los trozos. Aparte le puse un poco también por separado y ni los tocó!
* El próximo taller sobre BLW en Cádiz el sábado 16, aún queda alguna plaza!
* Pronto pondré fecha para el siguiente taller online 😉
Se pasa mal cuando ves que no quiere comer nada, y te hace tener mil dudas, pero luego pasa. Y cómo disfruto viéndole comer así!
Hay quien dice que no se les debe dejar jugar con la comida, pero la verdad es que mantener a un niño pequeño sentado un rato comiendo y sin jugar… Me parece normal que se aburra pronto!
Yo le dejo que juegue, y entre juego y juego que coma feliz, tranquilo y a su ritmo. Coge la comida, la suelta, la saca del plato, la vuelve a meter, hace como que cuenta los trozos (“doooooo teeeeee” el uno todavía se le resiste :-P) me pone caras, hacemos muecas, nos reímos… Y mientras tanto, va comiendo. Entre juegos le animo a usar los cubiertos, pero si no los usa tampoco pasa nada. Poco a poco. Ya también aprendió a darme a mí lo que no quiere en vez de tirarlo al suelo.
La otra opción sería sentarlo, ponerle la comida, y estar todo el rato diciéndole No, No y No. El resultado: que se harte y no quiera comer. Que no creáis que no lo he probado, y por eso precisamente me quedo con la otra forma 🙂
Entiendo que para esto hay que tener tiempo y paciencia. Y sobre todo no pretender que se comporte como un adulto cuando tiene poco más de un añito. Así que, tranquilidad y a disfrutar del momento, que crecen en nada!! Que ensucien es lo de menos.
Ah, que se me olvidaba! La comida ha sido arepa rellena de queso y revuelto de tomate con cebolla y huevo, aguacate y uvas de postre.
Hoy recibimos el nuevo año con un pabellón venezolano!!
Es un plato en el que se combina arroz blanco, judías negras (que allí se llaman caraotas), ternera guisada y plátano frito. Buenísimo!!!
El peque sigue con la racha de poco comer. Ésta está siendo la más larga, sin duda, y sigo pensando que puede ser por los 4 colmillos que le están saliendo. Ayer hice una comida que le encanta, caldo de pollo con fideos, y no quiso ni probarlo, y hoy pues más de lo mismo. No ha querido ni el arroz. Luego al ratito me pidió plátano, le volví a ofrecer el arroz y no lo quiso, así que le dí plátano.
Lo que me digo a mí misma es: paciencia, ya pasará 🙂
Hoy de comer, quinoa salteada con ajo y perejil + merluza al horno + aguacate + manzana.
Bueno, después de un día de reflexión, os doy mil gracias por vuestros mensajes de ayer! He leído todos, y todos me han aportado algo. Me gusta conocer otros puntos de vista, y que me ayuden a replantearme si lo estoy haciendo bien. Es una forma de mejorar! 🙂
A la conclusión que he llegado es que debería ofrecer variedad pero no sólo en las diferentes comidas del día, sino también en cada comida, más como hacía al principio. Últimamente he estado poniendo más platos únicos, y ahí es cuando mi peque, si no le gustaba, no tenía opción de comer otra cosa y se quedaba sin comer.
Me gusta más ésto que el servirle algo y si no le gusta que me vea prepararle otra cosa. Es un: “Ésto es lo que hay para comer, puedes elegir de aquí. Si no quieres nada de estas opciones, supondré que no tienes hambre. “.
Igual también me he dado cuenta de que a mi bebé no le gustan mucho las mezclas. Es bastante escrupuloso! Jajaja hoy por ejemplo, sólo ha comido aguacate (su porción y la mía), pero los que se mezclaron un poco con la quinoa ya no los quería! O ayer separando los lacitos, o cuando le pongo lentejas y va separando la zanahoria…
Entonces, vuelvo al plato con separadores, y voy a intentar en las comidas poner primero, segundo y postre, y que coma lo que le apetezca. A ver cómo vamos así, ya os iré contando 😉
Hoy para comer hice pasta, y por variar un poco hice una salsa de brócoli. Sí, no tiene nada que ver con la foto…
Hice igual que siempre, le serví su plato en la trona y fui a sentarlo, y al ver el plato no quiso. Al final se sentó, pero no quiso comerlo, ni lo tocaba. Luego lo medio probó, pero nada. Así que acabé de comer, y viendo que no quería, lo saqué de la trona.
Se me ocurrió hacer una prueba. Le serví otro plato con pasta, pero esta vez con tomate frito y repetí la operación. El resultado: vió el plato, se sentó en la trona sin problemas, se lo comió todo y repitió. Eso sí, como le mezclé espirales con lacitos, fue sacando los lacitos y dándomelos porque sólo quería espirales :-O
Conclusión: Tenía hambre. No es que no quisiera comer, es que no quería comer lo que le puse de primeras.
Hasta ahora siempre que no ha querido comer lo que había, he supuesto que no tenía hambre y he esperado a la siguiente comida para ofrecerle otra cosa, pero ahora me asaltan muchas dudas: debería ofrecerle sólo cosas que sé que le gustan y sé que come? Si hago esto luego no querrá probar nada nuevo? (Bueno, ahora mismo estamos así, lo nuevo no quiere probarlo) Si un día no le gusta lo que hay de comer, le hago otra cosa? O debería seguir igual, ofreciéndole variedad y que coma cuando quiera? Será una etapa? Habrá dado la casualidad que sólo hoy ha sido así? Le estoy dando demasiada importancia? Cómo le quito las manchas de tomate frito al pijama? Tendrá los mismos gustos que su padre? Ya podría haber heredado los míos (Cariño, te quiero mucho, pero todos sabemos que no te gusta ná)…
Sólo el tiempo me dará más respuestas, o él mismo cuando empiece a hablar y me diga: “Mamá, no gusta!” Jajaja
– 1 trozo de pimiento rojo y otro de pimiento verde
– 1 diente de ajo
– 1 tomate
– 1 taza de arroz
– 2 tazas de agua
– Aceite de oliva virgen extra
– 1 hoja de laurel
– 1 pechuga de pollo
– Sal y especias *
Pasos:
1. Picar la cebolla y el ajo en pequeñito, y los pimientos en tiras. Ponerlos en una olla a sofreír unos minutos con un poco de aceite de oliva.
2. Cortar el tomate en 4, y rallarlo sujetándolo por la piel. Añadirlo a la olla y sofreír unos minutos más.
3. Añadir el pollo troceado, yo lo puse en cuadrados pequeños.
4. Añadir pizca de sal y las que especias. Yo utilicé una pizca de curry, nuez moscada, y una cucharadita de cúrcuma. Añadir también la hoja de laurel. Seguir cocinando hasta que esté hecho el pollo.
5. Enjuagar el arroz, escurrirlo, añadirlo y remover. Añadir el agua, esperar a que hierva, bajar un poco el fuego y taparlo.
6. Yo he ido removiendo de vez en cuando hasta que estuvo listo el arroz.
Notas:
– El único ingrediente para bebés de + de 12 meses es la sal. Se puede hacer sin sal y añadírsela una vez se haya apartado la porción del bebé.